Las gatas pueden alcanzar la madurez sexual a partir de los cuatro meses de edad. Si no están esterilizadas, tienen ciclos de celo regulares donde se muestran inquietas, hacen llamados y gemidos (maullidos fuertes), se retuercen y se frotan con más frecuencia, esparcen su olor a través de la orina, todo en un intento de atraer a un gato no castrado (o gato entero).
En este artículo te contaré más sobre el embarazo de una gata: el periodo de celo, periodo de gestación y el nacimiento de los gatitos.
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Periodos de celo
Los períodos de celo duran unos pocos días y se repiten durante la temporada de reproducción.
Durante estos ciclos, una gata en celo será muy atractiva para los gatos machos no castrados que pueden detectar su olor a varios kilómetros de distancia y harán grandes esfuerzos para alcanzarla.
Las gatas no son selectivas en su elección de pareja y se mostrarán receptivas a cualquier macho, incluidos gatos emparentados.
Permitir que una gata no esterilizada pase tiempo sin supervisión al aire libre, o en el interior con un gato no castrado, inevitablemente la pondrá en riesgo de embarazo y también la pondrá a ella y a los gatitos concebidos en riesgo de contraer las enfermedades infecciosas que los gatos itinerantes no castrados pueden transmitir.
Hay dos situaciones inusuales que pueden ocurrir en el embarazo de una gata:
Superfecudación
Las gatas no necesariamente se aparean con un solo macho cuando están en celo, por lo que es posible tener una camada de gatitos con diferentes padres.
Superfetación
Los ciclos de celo generalmente se detienen cuando la gata queda embarazada, aunque a veces continúan. Si una gata ovula durante el embarazo y vuelve a aparearse esto puede llevar a que se conciban más fetos y a que nazcan gatitos con diferentes edades.
Periodo de gestación
La gata puede mostrar algunos signos de embarazo, por ejemplo, puede experimentar náuseas matutinas durante algunos días debido a cambios hormonales.
También puede mostrar una disminución del apetito unos días antes del nacimiento e incluso puede dejar de comer por completo.
Durante las primeras semanas no hay cambios evidentes en la gata, pero alrededor de la tercera semana los pezones se agrandan y se enrojecen.
La leche se puede extraer de las glándulas mamarias hasta una semana antes del nacimiento, y es probable que las gatas que han tenido varias camadas comiencen a producir leche antes. También se sentirá su vientre abultado, dormirá más y tendrá más apetito.
El embarazo de una gata puede ser diagnosticado por un veterinario mediante palpación abdominal alrededor de las tres o cuatro semanas de edad o mediante ultrasonido.
El embarazo de una gata dura aproximadamente 63-65 días (alrededor de nueve semanas) y a medida que llega a su fin la gata muestra cambios de comportamiento.
Es probable que se vuelva menos activa y busque una guarida o un nido adecuado para dar a luz a sus gatitos, un lugar privado, tranquilo y seco.
El tamaño de las camadas varía, pero el promedio es de tres a seis gatitos por parto.
Para que la gata esté cómoda cuando inicie la labor de parto, lo aconsejable es proveerle de un nido, es decir, de una caja de cartón o contenedor plástico que sea lo suficientemente grande para ella y sus gatitos, y que esté forrado con toallas suaves o mantas.
Si la gata se esconde en un armario o debajo del edredón, se recomienda llevarla con suavidad de vuelta al nido.
Nacimiento de los gatitos
Durante la labor de parto, algunas gatas no se muestran receptivas a intervenciones de sus tutores u otras personas, mientras que otras parecen disfrutar de su compañía.
El secreto de ser una buena partera o partero (si esa palabra existe) para tu gata es la observación.
Lo mejor es observar en silencio manteniendo cierta distancia y teniendo cuidado de no molestarla o ponerla ansiosa.
El objetivo es acompañarla, no interrumpir en la formación del vínculo entre madre e hijos que se está formando y detectar cualquier problema.
La labor de parte se divide en tres etapas:
Etapa 1: Inicio de la labor de parto
En esta etapa se observa lo siguiente:
- Comienzan las contracciones uterinas suaves, que no son visibles externamente.
- Las gatas suelen estar inquietas y pueden ser más ruidosas de lo normal.
- Algunas gatas se aíslan en busca de paz y tranquilidad, pero otras se vuelven más pegajosas con sus tutores y buscan atención.
- El trabajo de parto suele durar de 2 a 12 horas, pero puede extenderse hasta 36 horas.
- Algunas gatas jadean al final de esta etapa
Etapa 2: Expulsión de los gatitos
En esta etapa se observa lo siguiente:
- La gata experimenta contracciones más fuertes.
- La gata puede acostarse de lado o pararse en cuclillas mientras da a luz.
- Puede haber una vocalización extremadamente fuerte.
- El primer gatito nace unos 30 minutos después de que la gata muestra un esfuerzo activo para dar a luz.
- La gata rompe las membranas que cubren al gatito, mastica el cordón umbilical y lame al gatito para limpiarlo, lo cual lo alienta a comenzar a respirar.
- Un gatito saludable pronto comenzará a moverse y buscar un pezón
Etapa 3: Expulsión de la placenta
Esta etapa se observa lo siguiente:
- Cada gatito tiene su propia placenta y esta puede pasar inmediatamente después del nacimiento del gatito o aparecer unos minutos después.
- Ocasionalmente nacen dos gatitos y luego aparecen las placentas de ambos.
- Generalmente la gata se come las placentas para ocultar la evidencia del nacimiento y proteger a sus gatitos
Los demás gatitos nacerán cada 10 a 60 minutos, y se repiten las etapas 2 y 3. Cuando el parto termina, la gata se acomodará y permitirá que los gatitos se alimenten.
Si todo va bien, deja a la gata sola y asegúrate de que tenga acceso a comida, agua y una caja de arena, sin riesgo de que los gatitos queden atrapados o se ahoguen. Si algo ha salido mal, busca ayuda de un veterinario.
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Consecuencias de la concepción felina
Contrario a la creencia popular, permitir que una gata tenga una camada de gatitos antes de ser esterilizada no ofrece beneficios para su salud o el bienestar.
Además, los gatos son criadores prolíficos y deben ser esterilizados o castrados rápidamente para evitar que la población se descontrole. De hecho, una gata puede ser responsable de la asombrosa cantidad de 20.000 descendientes en solo cinco años.
El comportamiento en gatos no esterilizados o castrados también se altera por las hormonas sexuales, lo cual puede ser muy molesto para algunos tutores, dificultando la convivencia.
La esterilización en gatas y la castración en gatos es la única forma eficaz de:
- Reducir el número de gatos no deseados, que terminan en la calle, muertos o en refugios.
- Eliminar los comportamientos asociados al celo
