Tu gato es un maestro en el arte de cazar así como lo fueron sus antepasados. Siglos atrás las personas descubrieron esta habilidad y la usaron a su favor.
Los gatos cazadores ayudaban a mantener los cultivos sin plagas (cómo las ratas) y a cambio se aseguraban una buena ración de alimento.
Si bien hoy en día los gatos conviven con las personas, sus instintos naturales como cazadores no han cambiado y continúan heredándose de generación en generación.
Todos los gatos cazan y en este artículo te contaré qué súper poderes utilizan para hacerlo.
Contenido del artículo
El poder de la Visión
Los ojos de los gatos cazando son grandes en proporción al tamaño de la cabeza y cuerpo, y están orientados hacia adelante para una percepción más profunda. Su campo visual cubre alrededor de 200 grados (el nuestro es de 180 grados).
Su visión no es muy usada para rangos de corto alcance ya que es bastante difusa y menos detallada que la nuestra.
La distancia ideal para acechar un ave o un roedor se encuentra entre los 2 y 6 metros. Si la presa se encuentra a una distancia menor, la visión pasa a segundo plano y los bigotes entran en acción para darles la información que necesitan mientras cazan.
A continuación te cuento 6 datos adicionales sobre los ojos de los gatos:
- Detectan fácilmente movimientos rápidos (como los de un roedor corriendo).
- En ambientes con poca luz su visión es mejor, pero no pueden ver en total oscuridad.
- Sus pupilas tienen una forma de hendidura vertical que le permite responder más rápido a la luz.
- Son lentos para enfocar. Si sus pupilas están muy contraídas (cómo sucede en un día soleado) enfocar es aún más difícil.
- Detrás de la retina tienen una capa de tejido reflectivo conocido como Tapetum Lacidum que aumenta la claridad en condiciones de poca luz. Gracias a este tejido los ojos de tu gato brillan en la oscuridad.
- Distinguen colores, lo que es indiferente (ni le gusta ni le disgusta).
La visión es sin duda extraordinaria y un sentido poderoso que se activa cuando los gatos cazan.
El poder del Oído

Los gatos tienen el rango de audición más alto de los carnívoros. Pueden escuchar sonidos más agudos y bajos que nosotros (como el chillido de un ratón) y eso les ayuda a detectar presas que pueden cazar más fácilmente.
Su habilidad de mover cada oreja por separado les permite identificar la fuente de un sonido y su habilidad de rotar cada oreja casi 180 grados les permite estar alerta ante cualquiera que se acerque por detrás (para cazarlo por ejemplo).
Esta sensibilidad al sonido tiene su lado bueno y su lado malo:
- Por el lado bueno: Cuando los gatos cazan tienen a su disposición otro sentido poderoso.
- Por el lado malo: Los gatos cazando sienten molestias ante sonidos fuertes como la aspiradora, la secadora de pelo o el equipo de sonido (por darte solo unos ejemplos). No te sorprendas si tu gato corre a esconderse si enciendes estos aparatos.
El poder del Tacto
Los gatos cazadores son extremadamente sensibles al tacto, principalmente porque tienen células receptoras en la piel que se encienden cuando son tocadas (y se mantienen así mientras dure el contacto). Incluso sus folículos capilares tienen nervios.
Otras 5 cosas que debes saber sobre el tacto de los gatos:
- Las áreas más sensibles son la nariz, los dedos de las patas y las almohadillas de sus patas delanteras.
- Las almohadillas de la nariz pueden detectar la dirección del viento y la temperatura.
- En los dedos de las patas existen receptores capilares (si tu gato es de cabello largo, es posible que sea más sensitivo a ciertas cosas como la arena bajo las patas).
- La base de las garras puede detectar el desplazamiento (lo que es muy útil cuando un roedor está cerca).
- Alrededor de la boca y de las muñecas existen pelos cortos y rígidos que ayudan a detectar la vibración.
Esta gran sensibilidad aporta mucha información cuando los gatos cazan, pero que sean tan sensibles al tacto significa que también son más sensibles al dolor. Por eso los gatos necesitan reconocer cualquier signo de un posible ataque para activar todo su arsenal defensivo.
Ahora, si de repente tu gato se aleja o te muerde la mano cuando lo acaricias o cepillas su pelo, no te lo tomes personal. Lo hace para mostrar incomodidad o incluso dolor.
El poder de los Bigotes
Cuando se trata del tacto, los bigotes son los protagonistas. El cerebro de los gatos tiene un espacio específico para recibir señales del área de la boca (más grande que el que tienen los perros).
A través de los bigotes perciben la temperatura del ambiente, su equilibrio y el tamaño del espacio por el que intentan moverse. También les ayuda a detectar el movimiento y el flujo de aire (fuerza, dirección y rapidez con la que se mueve).
Dado que la visión de cerca de los gatos no es nítida, dependen mucho de la información que les proporcionan los bigotes cuando una presa está cerca. Cuando los gatos cazan sus bigotes se mantienen hacia adelante para detectar el movimiento de la presa.
Los bigotes no sólo son atractivos; también son una potente herramienta que se activa si los gatos cazan. Gracias a los bigotes también pueden explorar un espacio y mantener el equilibrio.
Así que merece la pena que cuides siempre los bigotes de tu gato (y que no los cortes por ningún motivo).
Todos estos súper poderes hacen de tu gato uno de los cazadores más perfectos de la naturaleza. Sus sentidos siempre están latentes, aún si está recostado en tu regazo, ronroneando o durmiendo.
Ten presente que cazar es placentero para tu gato y que el mejor regalo que puedes darle es jugar con él todos los días, así él satisface su instinto cazador.
También te puede interesar: ¿Por qué jugar con tu gato es importante?
PD. En un próximo artículo te hablaré del Lenguaje Corporal que utiliza tu gato para comunicarse contigo.